Cuando se habla de nutrición y dietas,
una de las cosas que más se escucha es que hay que cumplir con las 4
comidas diarias y que una de las más importantes es el desayuno. Y
realmente es así: la primera comida del día es fundamental,
especialmente para los niños. Un desayuno deficiente puede influir
negativamente en nuestra salud y en la de nuestros hijos.
Pero, ¿por qué es tan importante?. Es la primera ingesta, luego de 8 a 10 horas de ayuno nocturno. Es un hábito alimentario que llega a condicionar el estado físico, psíquico y nutricional, no solo de niños y adolescentes, sino de todas las edades. Los niños están en una etapa de gran crecimiento y desarrollo, mientras que los adultos deben enfrentar múltiples actividades durante el día; es por esto que ambos requieren de una dieta variada y equilibrada que cubra sus necesidades básicas de alimentación.
Un buen desayuno:
Pero, ¿por qué es tan importante?. Es la primera ingesta, luego de 8 a 10 horas de ayuno nocturno. Es un hábito alimentario que llega a condicionar el estado físico, psíquico y nutricional, no solo de niños y adolescentes, sino de todas las edades. Los niños están en una etapa de gran crecimiento y desarrollo, mientras que los adultos deben enfrentar múltiples actividades durante el día; es por esto que ambos requieren de una dieta variada y equilibrada que cubra sus necesidades básicas de alimentación.
Un buen desayuno:
- Mantiene un adecuado estado nutricional.
Contribuye a conseguir un correcto aporte nutricional diario. Los niños
que no desayunan difícilmente llegan a completar con las demás raciones
del día los aportes necesarios de energía, calcio y otros nutrientes.
- Mejora el rendimiento intelectual y físico.
- Ayuda a reducir o mantener el peso corporal.
Las personas que desayunan mantienen el peso dentro de rangos
saludables en mayor medida que las que no lo hacen. Realizar las 4
comidas diarias ayuda a no sobrecargar ninguna de ellas y evita el
picoteo entre horas (snacks, golosinas, dulces, refrescos, etc.), factor
muy importante a la hora de controlar el peso.
- Favorece el tránsito intestinal y mejora los niveles de colesterol sanguíneo. Gracias al contenido de fibra aportado por cereales integrales y frutas.
- Debe representar entre el 20 – 25 % de las calorías diarias.
Un desayuno equilibrado contribuye a un reparto más armónico de las
calorías a lo largo del día y proporciona nutrientes esenciales.
- Debe incluir:
- leche o yogur.
- pan o cereales.
- frutas o jugo de frutas.
- otros ingredientes, ¡pero ojo! , sin abusar: queso, manteca o margarina libre de ácidos grasos trans, mermelada o miel.
El desayuno es una excelente oportunidad para aportar a tu cuerpo una
buena dosis de vitaminas, minerales y energía para comenzar bien el día.
Sin embargo, muchas personas no saben cómo aprovecharlo al máximo o
simplemente pasan por alto esta comida.
Existen varias formas de hacer de tu desayuno una comida más saludable. Estas son algunas de estas estrategias:
- Agrega una fruta. Es el momento ideal para consumir la primera porción de frutas del día. Puede ser una fruta fresca, un licuado, un jugo o una ensalada de frutas. Incluirás en tu desayuno, además de sabor, vitaminas, minerales y fibra.
- Prefiere la leche descremada. Estarás reduciendo las grasas y calorías sin perder el calcio necesario para mantener tus huesos y dientes sanos.
- Cambia el pan blanco por pan integral. Si lo que quieres es reducir calorías sin perder nutrientes.
- Sustituye el azúcar por edulcorante. Si lo que quieres es reducir calorías sin perder nutrientes endulza tu desayuno con edulcorante y olvídate de las calorías vacías.
- Huye de las grasas trans. Actualmente tienes la posibilidad de elegir alimentos libres de estas grasas nocivas. Panes “libres de trans”, margarinas “0% trans”, galletas “sin trans”... solo debes estar atent@ a las etiquetas!
Con estos simples cambios estarás aportando más nutrientes a tu
alimentación y convertirás tu desayuno en una fuente de sabor y salud.
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