Los
siguientes consejos le ayudaran a prevenir o tratar
problemas inflamatorios.
Como
toda la medicina nutricional, los resultados no serán
inmediatos y debe perseverar para obtenerlos.
La dieta anti inflamatoria o los alimentos que nos pueden ayudar
a curar, pero sobre todo a prevenir un proceso inflamatorio,
debemos considerar varios aspectos, pero antes de analizar estos
debemos recordar que la inflamación un proceso natural
de desintoxicación y protección del organismo
y que es conveniente permitirle que haga su efecto no contrarrestándola
inicialmente. Solamente se justifica el tratamiento de la misma
cuando el proceso inflamatorio se convierte en crónico
o cuando es tan intenso que afecta el organismo.
1- Reducir el exceso de peso y hacer ejercicio.
2- Disminuir la ingesta de carne a un máximo
de tres veces a la semana y bajar el consumo de alimentos ricos
en acido araquidónico (carne, lácteos y los huevos).
Recomendando las carnes blancas. Entre los pescados, el salmón y el atún.
Recomendando las carnes blancas. Entre los pescados, el salmón y el atún.
3- Aumentar la relación entre Ácidos Grasos
Omega 3 y Omega 6 consumiendo mas de los primeros,
sobre todo de fuentes vegetales como algas sobre todo marrones
y rojas, las semillas de lino y el aceite de lino y de cartamo,
la palta. También es conveniente consumir los pescados
azules como el salmón, el atún, la caballa, las
sardinas o los boquerones pero debemos recordar que, además
del omega 3 nos aportan un alto contenido de grasa. Asimismo
reducir la ingesta de Omega 6 como los frutos secos, la soja
o soya, semillas de girasol o sésamo y principalmente
de Omega 9 como
4- Disminuir las frutas acidas y aumentar el
consumo de otras como papaya, melón, mango, banana, manzana,
pera, anonas, palta o aguacate, damasco o albaricoque, duraznos
o melocotones, fresas y otros con un menor poder de limpieza.
5-
Aumentar la cantidad de verduras de hoja verde como
espinacas, acelgas, coles de Bruselas, repollo, berros, endibias,
lechuga, perejil, culantro, etc. Estas verduras deberán
consumirse levemente cocinadas o hervidas al vapor. Se recomiendan
en una dieta anti-inflamatoria por su efecto calmante y desintoxicante.
6-
Aumentar o suplementar la ingesta vitamina C y E. Por
ejemplo, pimiento rojo o chile dulce, guisantes o petit pois,
coles de Bruselas, brócoli, repollo lechuga, papa o camote.
La vitamina E la encontramos en los cereales o el pan integrales,
el aceite de germen de trigo y el aceite de oliva, aparte de
las carnes o vísceras que no se recomiendan en grades
cantidades.
7-
Aumentar la ingesta zinc como los mariscos, el salmón
o el germen de trigo.
8- Tomar suficiente agua, al menos 25ml por
kilogramo por día en un adulto. (QUE SEA DE BUENA CALIDAD)
Es
una respuesta del cuerpo al insulto o sea a la presencia de
cuerpos extraños como bacterias, protozoarios, partículas
o virus que penetran al cuerpo perforando la primera barrera
de protección formada por la piel o las membranas mucosas
y también se presenta cuando se acumulan en los tejidos
sustancias derivadas del mismo metabolismo como es el caso de
la gota que es una inflamación relacionada con la acumulación
de acido úrico o por las llamadas REACCIONES AUTO-INMUNES
en que el cuerpo, por razones que todavía no comprendemos
bien, reacciona en contra de los propios tejidos como es el
caso de la artritis reumatoide, el lupus eritematoso y otras
enfermedades. También se produce inflamación cuando
hay sufrimiento o daño a los tejidos como el caso de
un infarto de miocardio o cerebral.
Es tratada por los médicos como un síndrome ya que sus efectos son muy desagradables y muchas veces hasta dañinos, y se utilizan muchos medicamentos llamados ANTI-INFLAMATORIOS de los cuales hay dos tipos generales los esteroides o sustancias derivadas de las glándulas suprarrenales que pertenecen a la familia de la cortisona y sus derivados y los llamados AINES o sea ANALGÉSICOS ANTINFLAMATORIOS NO ESTEROIDEOS entre los que hay varias clases. También se utilizan para este tratamiento las sustancias locales como los rubefacientes, el hielo o vendajes fríos, la inmovilización y medios físicos como ciertas radiaciones. Sin embargo, cualquier médico que ha tratado a un paciente con inflamación o dolor crónicos sabe que con el tiempo todos los medicamentos dejan de funcionar y que hay que ir cambiando de uno a otro hasta terminar en el uso de analgésicos potentes como la morfina.
Es tratada por los médicos como un síndrome ya que sus efectos son muy desagradables y muchas veces hasta dañinos, y se utilizan muchos medicamentos llamados ANTI-INFLAMATORIOS de los cuales hay dos tipos generales los esteroides o sustancias derivadas de las glándulas suprarrenales que pertenecen a la familia de la cortisona y sus derivados y los llamados AINES o sea ANALGÉSICOS ANTINFLAMATORIOS NO ESTEROIDEOS entre los que hay varias clases. También se utilizan para este tratamiento las sustancias locales como los rubefacientes, el hielo o vendajes fríos, la inmovilización y medios físicos como ciertas radiaciones. Sin embargo, cualquier médico que ha tratado a un paciente con inflamación o dolor crónicos sabe que con el tiempo todos los medicamentos dejan de funcionar y que hay que ir cambiando de uno a otro hasta terminar en el uso de analgésicos potentes como la morfina.
La
dieto-terapia de la inflamación no persigue eliminarla
completamente sino minimizar sus consecuencias dañinas
Además de los cereales que, conforman la mayor parte
de los vegetales que consumimos, tenemos las frutas y verduras
muchas de las cuales se confunden ya que algunas frutas como
la berenjena, calabaza, chayote, palta, tomate, el zapallo y
otras son consideradas como verduras. Las verduras se clasifican
en cuatro grupos: las fibrosas como el brócoli, la zanahoria,
el apio, perejil, espinaca y otros; los farináceos como
la papa, el camote o batata, la malanga, la yuca y otros similares
y las aceitosas como la palta o aguacate, las nueces o semillas
en general y las legumbres como los frijoles, lentejas, arvejas,
garbanzos, etc..
El primer principio nutricional para reducir o eliminar la inflamación se refiere al consumo de una dieta saludable en asocio con un programa general de ejercicio moderado y sanas costumbres como son el alejarse de las drogas y tóxicos como el cigarrillo, el licor y otros y el evitar los excesos de todo tipo. También el consumo de alimentos con una buena cantidad de fibra vegetal soluble para evitar el estreñimiento porque se ha demostrado que éste es una de las principales causas de la producción de toxinas intestinales que al absorberse promueven las respuestas inflamatorias. Además de esto la proliferación desordenada de bacterias en el colon favorece que éstas pasen al torrente circulatorio (traslocación bacteriana) produciendo daños en los tejidos y procesos inflamatorios.
El primer principio nutricional para reducir o eliminar la inflamación se refiere al consumo de una dieta saludable en asocio con un programa general de ejercicio moderado y sanas costumbres como son el alejarse de las drogas y tóxicos como el cigarrillo, el licor y otros y el evitar los excesos de todo tipo. También el consumo de alimentos con una buena cantidad de fibra vegetal soluble para evitar el estreñimiento porque se ha demostrado que éste es una de las principales causas de la producción de toxinas intestinales que al absorberse promueven las respuestas inflamatorias. Además de esto la proliferación desordenada de bacterias en el colon favorece que éstas pasen al torrente circulatorio (traslocación bacteriana) produciendo daños en los tejidos y procesos inflamatorios.
En conjunto se recomienda en una dieta anti inflamatoria, el
consumo de al menos cinco porciones de frutas y verduras por
día y eso, en unión a los cereales, debe conformar
al menos el 75% de la ingesta calórica diaria.
En relación con el proceso inflamatorio las vitaminas
mas necesarias son la vitamina C y E, la vitamina B3 y B6 y,
entre los minerales el zinc, el magnesio y el potasio. Estos
nutrientes tomados son deficitarios en muchas dietas, sobre
todo en las que se basan principalmente en la carne o alimentos
cocinados, por lo que puede ser útil suplementarlos.
Su consumo fortalece el sistema inmunológico y la resistencia
de la piel y las mucosas que son los encargados de evitar las
infecciones y de ayudar a manejar los procesos inflamatorios,
favoreciendo la producción de prostaglandinas anti-inflamatorias.
Al proveer al organismo de proteínas, vitaminas, minerales y ácidos grasos, entre los cuales hay algunos llamados esenciales, o sea que el cuerpo no los puede producir a partir de otros, el metabolismo de nuestro organismo producirá las sustancias que necesita para reducir o evitar la inflamación, limitándola a la extensión necesaria para que sea benéfica de acuerdo con sus propias necesidades internas.
Los cereales son ricos en gluten y no solamente el trigo sino también en la avena, cebada y centeno, siendo el maíz el cereal que menos tiene. El gluten es una glucoproteína engastica amorfa que se encuentra combinada con el almidón y representa un 80% de las proteínas del trigo. Esta compuesta de gliadina y glutenina y es el responsable de la elasticidad de la masa de harina, proceso conocido como “panificación”. Esto permite junto con la fermentación de la levadura que el pan obtenga volumen y una consistencia elástica y esponjosa al ser horneado.
Además de los cereales que, como dijimos conforman la mayor parte de los vegetales que consumimos, tenemos las frutas y verduras muchas de las cuales se confunden ya que algunas frutas como la berenjena, el ayote o calabaza, el chayote, el aguacate, el tomate, el zapallo y otras son consideradas como verduras. Las verduras se clasifican en tres grupos: las fibrosas como el brócoli, la zanahoria, el apio, perejil, espinaca y otros; los farináceos como la papa, el camote o batata, la malanga, la yuca y otros similares y las aceitosas como el aguacate, las nueces o semillas en general.
Al proveer al organismo de proteínas, vitaminas, minerales y ácidos grasos, entre los cuales hay algunos llamados esenciales, o sea que el cuerpo no los puede producir a partir de otros, el metabolismo de nuestro organismo producirá las sustancias que necesita para reducir o evitar la inflamación, limitándola a la extensión necesaria para que sea benéfica de acuerdo con sus propias necesidades internas
Al proveer al organismo de proteínas, vitaminas, minerales y ácidos grasos, entre los cuales hay algunos llamados esenciales, o sea que el cuerpo no los puede producir a partir de otros, el metabolismo de nuestro organismo producirá las sustancias que necesita para reducir o evitar la inflamación, limitándola a la extensión necesaria para que sea benéfica de acuerdo con sus propias necesidades internas.
Los cereales son ricos en gluten y no solamente el trigo sino también en la avena, cebada y centeno, siendo el maíz el cereal que menos tiene. El gluten es una glucoproteína engastica amorfa que se encuentra combinada con el almidón y representa un 80% de las proteínas del trigo. Esta compuesta de gliadina y glutenina y es el responsable de la elasticidad de la masa de harina, proceso conocido como “panificación”. Esto permite junto con la fermentación de la levadura que el pan obtenga volumen y una consistencia elástica y esponjosa al ser horneado.
Además de los cereales que, como dijimos conforman la mayor parte de los vegetales que consumimos, tenemos las frutas y verduras muchas de las cuales se confunden ya que algunas frutas como la berenjena, el ayote o calabaza, el chayote, el aguacate, el tomate, el zapallo y otras son consideradas como verduras. Las verduras se clasifican en tres grupos: las fibrosas como el brócoli, la zanahoria, el apio, perejil, espinaca y otros; los farináceos como la papa, el camote o batata, la malanga, la yuca y otros similares y las aceitosas como el aguacate, las nueces o semillas en general.
Al proveer al organismo de proteínas, vitaminas, minerales y ácidos grasos, entre los cuales hay algunos llamados esenciales, o sea que el cuerpo no los puede producir a partir de otros, el metabolismo de nuestro organismo producirá las sustancias que necesita para reducir o evitar la inflamación, limitándola a la extensión necesaria para que sea benéfica de acuerdo con sus propias necesidades internas
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