El cereal integral conserva toda su riqueza porque no
sufre procesos de refinamiento, y además ayuda
a mantener la alcalinidad del organismo; es decir, lo
libera de la acidez, que es un estado que favorece la
aparición de muchas enfermedades.
Para
la macrobiótica, la prueba más evidente de que debemos
incorporar cereales integrales a diario en la dieta es que la
mitad de nuestra dentadura, molares y premolares, está
preparada naturalmente para masticar granos enteros.
Los
granos integrales contienen una extensa variedad de micronutrientes
y oligoelementos que se pierden en el proceso de refinación
y que podrían ser beneficiosos para la salud.
Mejor
lo integral
Parece razonable recomendar un desplazamiento de consumo de cereales
refinados hacia productos integrales. A la acción de la
fibra en sí, se une la de los nutrientes presentes en la
cáscara de los granos. Parece haber cierta tendencia a
consumir productos refinados enriquecidos. Estos, además
de encarecer el producto, nunca aportarán el beneficio
suplementario de la fibra y, tal vez, el de nutrientes presentes
en la cáscara y todavía por descubrir.
Los
cereales pierden importantes nutrientes durante el proceso de
molienda y refinación. Por ello, los productos terminados
cuyo primordial ingrediente es algún cereal, deben contar
cuando menos con las cantidades de vitaminas, minerales, hierro,
complejo B, tiamina, riboflavina y niacina- que contienen en su
estado natural.
No
engordan
Los cereales integrales no engordan. Lo que confunde a la gente
preocupada por el peso es que este tipo de alimentos es moderadamente
alto en calorías, pero las calorías que engordan
no son la de los cereales sino la de las grasas y los azúcares.
Las
calorías de los cereales integrales son metabolizadas por
el hígado y transformadas en glucosa que es distribuida
en el organismo en forma de energía. No como energía
rápida -como aportan los azúcares-, sino como energía
sostenida, ya que al comer permanentemente cereales integrales,
el hígado los transforma, almacena ésta energía
y la aporta a medida que el organismo la necesita. Provistos de
vitaminas, minerales, carbohidratos que proporcionan energía,
proteínas, fibras limpiadoras, son una completa alimentación.
Como resultado de ello cuando se come cereales integrales diariamente,
se siente satisfecho más rápidamente y durante más
tiempo después de haber comido, sin producir efectos colaterales
como son toxinas y residuos grasos.
El
Arroz integral
Originario
de Asia, se cultiva en las regiones húmedas y subtropicales
de todo el mundo y constituye el alimento básico de buena
parte de la humanidad. El arroz integral es el grano sin pulir,
desprovisto únicamente de su capa protectora y conservando
la piel que rodea al grano, en la que reside la mayor parte de
sus nutrientes. Es un cereal básico por poseer las substancias
fundamentales necesarias para el organismo ; proteínas,
grasas, carbohidratos, minerales, glucosa, vitamina E, provitamina
A, vitaminas del grupo B y todos los aminoácidos esenciales.
Por consiguiente, es muy energético, digestivo y de fácil
asimilación. Favorece especialmente al hígado, pulmones
e intestinos y su consumo se recomienda en cualquier época
del año.
Existen
numerosas variedades de arroz integral, siendo las más
comunes: de grano corto, medio, largo, medio cocido al vapor para
que el almidón emulsione y cuando se cocine resulte un
grano separado y firme, precocido, para reducir el tiempo de cocción
posterior... La elección de un tipo determinado, dependerá
de los propios gustos y del tipo de plato que se vaya a preparar.
Existen numerosas formas de tomar el arroz : en grano, copos,
harina, sémola o pasta y muchos productos a base de este
cereal :mochi, vinagre, sake, leche...
Los
Cereales Integrales y la Salud
Según
últimos estudios, la sustitución de granos refinados
por integrales en la alimentación habitual, puede reducir
el riesgo de mortalidad para todas las causas. El consumo diario
de cereales integrales está inversamente relacionado con
la tasa de mortalidad en mujeres americanas entre 55 y 69 años.
Posiblemente
el mecanismo por el que estos alimentos mejoran la salud tiene
que ver con su riqueza en minerales, antioxidantes y fitoestrógenos.
La mortalidad total se asocia de forma directa al consumo de cereales
refinados. Es probable que influyan en el organismo a través
de efectos en el metabolismo de la insulina. Actualmente los granos
refinados contribuyen con algo más del 20% a la ingestión
diaria de energía, y los integrales con un 1%.
El
motivo de que la fibra reduzca el riesgo coronario, no es sólo
el hecho de que disminuye los niveles de colesterol en sangre,
sino que, además, es una buena fuente de fitoestrógenos
que protegen el corazón. Por último, los investigadores
recuerdan que son los alimentos integrales los más ricos
en fibra, ya que se elaboran con el grano y su cubierta (el salvado).
Por ello, proponen a las mujeres que aumenten el consumo de productos
integrales, en lugar de sus versiones refinadas.
Estos
productos alimenticios también resultan saludables para
los diabéticos debido a que su consumo, disminuye los niveles
de glucosa en la sangre en estos pacientes, según demuestra
un estudio realizado por investigadores del Centro Médico
de la Universidad de Texas.
Los cereales integrales
Su consumo contribuye a disminuir el riesgo de padecer ciertas
enfermedades.
Estudios
realizados en la actualidad han puesto de manifiesto los beneficios
que supone para la salud el consumo de productos integrales (pan,
arroz, pasta, cereales de desayuno, galletas…), por lo que
parece recomendable incorporar habitualmente dichos alimentos
en nuestra dieta.
Propiedades
nutritivas más destacables
Los alimentos elaborados con cereales de grano entero, tienen
un contenido nutritivo y de fibra mayor que los alimentos refinados,
ya que en este proceso se eliminan ciertas partes del cereal,
como el salvado y el germen.
Entre los nutrientes destacados de los alimentos integrales están
las vitaminas del grupo B, la vitamina E, minerales como selenio,
zinc, cobre, magnesio, fósforo, hierro y grasas poliinsaturadas
procedentes del germen del cereal.
Además de estas ventajas nutricionales, los cereales integrales
son más sabrosos y su textura es más firme y crujiente,
cualidades que son aprovechadas en la cocina para preparar productos
y platos suculentos.
Como
cuidan de nuestra de salud
El mayor contenido en fibra de los alimentos integrales es beneficioso
por diversas razones:
- Mejora el tránsito intestinal y contribuye a prevenir y tratar el estreñimiento
- Ejerce un importante papel en la prevención del cáncer, en especial frente al de colon, ya que las partículas responsables del desarrollo de esta enfermedad (carcinógenos) son arrastradas junto con las heces, lo que disminuye su permanencia y tiempo de contacto con el revestimiento del intestino
- La saciedad que produce el consumo de alimentos ricos en fibra evita la ingesta de otros alimentos más calóricos, un aspecto importante en las dietas de adelgazamiento y como medida preventiva frente a la obesidad
- Ayudan a reducir los niveles de colesterol y por tanto, el riesgo de enfermedades cardiacas.
Las personas con diabetes también se pueden beneficiar
del consumo de alimentos integrales, ya que éstos tienen
un índice glicémico menor que el de los refinados,
es decir, que tras su ingesta no producen picos elevados de glucosa
en la sangre y la demanda de insulina es menor.
La vitamina E, además de proteger las membranas celulares
del sistema nervioso, los glóbulos rojos, las células
musculares y el sistema cardiovascular, ejerce un efecto antioxidante
capaz de frenar la acción de los radicales libres, que
están implicados en la aparición de diversas enfermedades.
Precauciones
Si no se está habituado a tomar alimentos integrales con
frecuencia, conviene aumentar su consumo poco a poco, para evitar
molestias gastrointestinales.
En ciertas situaciones, el consumo de alimentos integrales está contraindicado. Tal es el cado de la diarrea, brotes agudos de la enfermedad de Crohn o de la colitis ulcerosa o cuando se van a realizar ciertas exploraciones clínicas, en cuyo caso se suele pautar una dieta pobre en fibra o residuo.
En ciertas situaciones, el consumo de alimentos integrales está contraindicado. Tal es el cado de la diarrea, brotes agudos de la enfermedad de Crohn o de la colitis ulcerosa o cuando se van a realizar ciertas exploraciones clínicas, en cuyo caso se suele pautar una dieta pobre en fibra o residuo.
¿Los
alimentos integrales adelgazan?
Muchas personas que se ponen a dieta sustituyen los alimentos
refinados por otros integrales con la idea errónea de que
éstos aportan menos calorías y que pueden tomarlos
sin medir la cantidad. La composición de los alimentos
integrales respecto a los refinados, varía sobre todo en
el contenido en fibra, vitaminas y minerales, nutrientes que no
influyen en las calorías totales del alimento, por lo que
se puede decir que tanto los unos como los otros aportan similar
cantidad de energía
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