La
alimentación, a lo largo de la historia de la
Humanidad, ha sido, por razones obvias, una preocupación
de primer orden, si bien, tal preocupación no
siempre ha obedecido a las mismas razones, pues en la
sociedad actual de los países llamados desarrollados,
el problema no es la búsqueda del sustento, sino
qué elección hacemos con respecto a él.
Los medios
de comunicación, la gran variedad de productos, las facilidades
para el transporte o la congelación, y por supuesto las
modas, han determinado gran confusión en el consumidor.
Recordemos
que hace unos años, el aceite de oliva, por ejemplo, se
tildaba de nocivo para las personas que tenían exceso de
colesterol. En general, los especialistas de los ochenta recomendaban
una dieta en donde su uso era poco aconsejable. Resulta irónico
que en los noventa, por el contrario, se ha denominado al aceite
de oliva "joya de la cocina", y al día de hoy
parece que los expertos están de acuerdo en las virtudes
del aceite de oliva.
De otra parte,
se hace en el lenguaje cotidiano, una diferencia entre alimentos
"naturales", "orgánicos" y un largo
etcétera en donde a menudo reina la confusión, y
por ello, una vez más se impone el sentido común,
independientemente de las modas que nos toquen sufrir.
Grande Cobian,
especialista en nutrición y referencia mundial cuando se
tocan estos temas, abogaba tanto en su obra escrita como en su
ejercicio profesional, por una alimentación variada, con
su celebre frase "Comer de todo en cantidades moderadas".
El contribuyó
a inutilizar muchos mitos sobre alimentación, y en ocasiones
lo hizo con gran sentido del humor. En cierta oportunidad alguien
le preguntó si era o no "natural" la leche de
vaca para desayunar y el doctor Cobián respondió:
"Si, es natural para el ternero, que naturalmente, mamará
leche de su madre".
Pues bien,
este hombre que dedicó su vida a los misterios de la alimentación,
recomendó iniciar el día con un abundante desayuno,
y progresivamente disminuir las cantidades a lo largo de la jornada,
llegando a una cena frugal, temprana y reposada.
A menudo las
cosas que ya sabemos las dejamos en el olvido para correr tras
la última novedad, y así se nos olvida la importancia
de la masticación, del comer reposado, de incluir variedad
en la dieta, de respetar los hábitos y los horarios, dedicándonos
a la busca del alimento de moda.
Estas consideraciones
no son óbice para que tengamos en cuenta las virtudes de
algunos productos que por ser de consumo casi exclusivo de algunos
países, no se han conocido en otros por la dificultad de
las comunicaciones y los transportes. Es el caso de la soja, de
consumo cotidiano en Oriente, pero prácticamente desconocida
en Occidente, y que se ha revelado tan beneficiosa para la prevención
de los trastornos menopausicos.
En definitiva,
ante tanta y a veces tan confusa información, parece prudente
usar del sentido común, y buscar información únicamente
en la palabra de los verdaderos expertos que, en todos los tiempos,
se han distinguido por su mesura y sensatez: Dos atributos del
popular "sentido común".
Por todo
ello vamos a dar aquí unas normas, que ha publicado la
"Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos",
y que han sido universalmente aceptadas:
Desayuno:
Leche, frutas o su zumo, pan y/o cereales. (Un vaso de
200cc de leche, otro de zumo, dos piezas de fruta, dos tostadas
y/o una taza de cereales)
Almuerzo
(a media mañana): Leche o derivados, fruta y bocadillo.
(Un vaso de 200cc., 1 o 2 piezas de fruta
Comida:
Verduras y/o arroz o legumbres. (Un plato)
Carne o pescado con ensalada (Una pieza de pescado tipo lenguado o su equivalente en peso, acompañada de ensalada) Fruta (1 o 2 piezas)
Carne o pescado con ensalada (Una pieza de pescado tipo lenguado o su equivalente en peso, acompañada de ensalada) Fruta (1 o 2 piezas)
Merienda:
Leche o derivados (un vaso de leche o yogurt, 100gr de queso)
Fruta (1 o 2 piezas)
Cena:
Verdura o ensalada (Un plato) Pescado o carne o huevos (Igual
que en la comida. Huevos 3 o 4 por semana) Fruta (1 pieza)
Estas anotaciones
son orientativas, (dieta-tipo). Observamos que la distribución
está repartida en cinco ingestas diarias y no tres como
es lo habitual. Se trata de comer mas veces en menor cantidad.
En cuanto a las cantidades, siempre moderadas, se ajustan según
el estilo de vida de cada cual, teniendo en cuenta el tipo de
trabajo, la practica de deporte, el clima en que vive o situaciones
especiales, como puede ser un embarazo.
De otra parte
la citada academia también dice textualmente: "En
cuanto a las legumbres debe incrementarse su consumo, que casi
ha desaparecido en nuestros días". Así es.
En las últimas décadas ha perdido prestigio el humilde
plato de lentejas o alubias, por increíble que parezca,
sabiendo (nuestros abuelos ya lo sabían) que posee todas
las virtudes requeridas a un buen alimento y una buena digestión
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