Según
estudios recientes, la composición nutricional
de la "comida chatarra" nos alienta a consumirla,
incrementando el riesgo de la obesidad.
Expertos
del Consejo de Investigación Médica en Gran Bretaña
hallaron que la mayoría de la comida rápida tiene
una densidad calórica muy alta, con lo cual basta ingerir
una porción mínima para subir los niveles de calorías
en el cuerpo.
Los médicos
concluyeron que este tipo de alimentos altos en energía
engañan a la gente haciéndolas consumir más
calorías de las que requieren.
Esta investigación
está publicada en la "Revista de la Obesidad".
Una comida "basura", alta en energía tiene de
una a dos veces más calorías que una cena tradicional.
Los investigadores concluyeron que una dieta abundante en comida rápida incrementa el riesgo de obesidad de una persona, aun cuando ésta crea que las porciones que ingiere son más reducidas que si comiese una merienda normal.
Los investigadores concluyeron que una dieta abundante en comida rápida incrementa el riesgo de obesidad de una persona, aun cuando ésta crea que las porciones que ingiere son más reducidas que si comiese una merienda normal.
Habilidad
subconsciente
Andrew Prentice,
catedrático en la Escuela de Higiene y Medicina de Londres,
dijo que "todos tenemos una habilidad innata para reconocer
alimentos con una densidad energética alta".
"Existe la tendencia- agregó- a evaluar los alimentos que ingerimos por el tamaño de la porción, sin embargo una comida rápida tiene más calorías que una comida saludable de igual tamaño".
Según el especialista: "Nuestros cuerpos no están diseñados para tolerar alimentos de alta densidad calórica y eso está contribuyendo al incremento en los casos de obesidad".
Prentice resaltó el efecto que una dieta alta en calorías tiene en los niños. "Los niños no han desarrollado aún ninguna capacidad de restricción dietética como cualquier adulto que quiera mantenerse en forma en el mundo moderno".
"Existe la tendencia- agregó- a evaluar los alimentos que ingerimos por el tamaño de la porción, sin embargo una comida rápida tiene más calorías que una comida saludable de igual tamaño".
Según el especialista: "Nuestros cuerpos no están diseñados para tolerar alimentos de alta densidad calórica y eso está contribuyendo al incremento en los casos de obesidad".
Prentice resaltó el efecto que una dieta alta en calorías tiene en los niños. "Los niños no han desarrollado aún ninguna capacidad de restricción dietética como cualquier adulto que quiera mantenerse en forma en el mundo moderno".
Poca
variedad
La doctora
Susan Jebb, del Centro de Investigación de la Nutrición,
en Londres, afirmó que "en muchos lugares la variedad
que se ofrece es tan limitada que es casi imposible seleccionar
una combinación de alimentos con un contenido calórico
moderado".
"Uno
tendría -dijo- que comer una minúscula parte de
la porción ofrecida para evitar ingerir más de la
energía y grasas necesarias".
Jebb añadió: "Las compañías productoras de comida rápida podrían tener un papel más activo en la prevención de la obesidad si adoptaran una actitud positiva hacia una dieta saludable vendiendo comida de bajo contenido energético".
Jebb añadió: "Las compañías productoras de comida rápida podrían tener un papel más activo en la prevención de la obesidad si adoptaran una actitud positiva hacia una dieta saludable vendiendo comida de bajo contenido energético".
La doctora
Jebb mencionó que las comidas precocidas que ofrecen los
supermercados también tienen un alto contenido calórico.
"Las investigaciones han demostrado una y otra vez que para
mantener un peso saludable -aseveró- debemos comer alimentos
con menos grasa
¿Qué
tipo de productos ofrecen?
Los productos
de fast food se pueden clasificar en dos grupos: los de influencia
y características anglosajonas: como hamburguesas, salchichas
y patatas fritas acompañadas de salsas diversas (mayonesa,
mostaza, ketchup), y los de procedencia mediterránea: como
pizzas, bocadillos, tapas y kebabs (pinchos de carne adobada de
origen árabe envueltos en pan de pita y acompañados
de vegetales y salsas de yogur).
Por sus características nutricionales, la comida rápida de estilo mediterráneo o árabe se puede considerar más saludable que la de estilo sajón.
Por sus características nutricionales, la comida rápida de estilo mediterráneo o árabe se puede considerar más saludable que la de estilo sajón.
Dentro de
este tipo de productos no hay que olvidar platos típicos
de otros países que constituyen una novedosa forma de comida
rápida, como los burritos mexicanos o la comida china,
además de la amplia gama de productos precocinados (lasañas,
canelones, paellas, empanadillas, croquetas), cada vez más
demandados por los consumidores.
Dado lo heterogéneo
de estos productos no es fácil determinar un valor nutritivo
representativo. Sin embargo, todos tienen algo en común:
una elevada densidad energética debido a su alto contenido
en grasa (en especial grasa saturada y colesterol) e hidratos
de carbono (pan, pita, base de pizza, tortitas). Y si bien es
cierto que aportan proteínas de calidad (huevos, carnes,
pescados, quesos), se quedan cortos de fibra, vitaminas y minerales,
excepto en sodio (sal). Y no hay que olvidar que el número
de calorías que ingerimos aumenta, y mucho, si la comida
se acompaña de patatas fritas, bollería y refresco
o bebida alcohólica.
El
abuso del fast food
El consumo
de este tipo de comida no supone ningún inconveniente para
la salud siempre que no se convierta en un hábito ni sustituya
a alimentos básicos. Pero lo que está ocurriendo
es que cada vez más personas los incluyen como base de
su dieta, sin ser conscientes de los peligros nutricionales que
ello conlleva.
Excesiva
energía
Con tan sólo una comida fast food se ingiere más de la mitad de la energía diaria necesaria. Si a ello añadimos la energía aportada por el resto de comidas del día, el contenido energético de la ingesta total se dispara y se favorece el exceso de peso.
Con tan sólo una comida fast food se ingiere más de la mitad de la energía diaria necesaria. Si a ello añadimos la energía aportada por el resto de comidas del día, el contenido energético de la ingesta total se dispara y se favorece el exceso de peso.
Demasiada
grasa y colesterol
Las grasas saturadas -en exceso tienden a aumentar los niveles de colesterol en sangre- y el colesterol son abundantes en estos productos debido a las salsas a base de huevo, mantequilla, nata, manteca y otros ingredientes grasos que se emplean en su elaboración, y a los aceites de coco y palma que se usan en la fritura.
Las grasas saturadas -en exceso tienden a aumentar los niveles de colesterol en sangre- y el colesterol son abundantes en estos productos debido a las salsas a base de huevo, mantequilla, nata, manteca y otros ingredientes grasos que se emplean en su elaboración, y a los aceites de coco y palma que se usan en la fritura.
Digestiones
difíciles
En la mayoría de las ocasiones los alimentos están fritos, empanados o rebozados, por lo que se enriquecen en grasa, que calentada resulta aún más indigesta.
En la mayoría de las ocasiones los alimentos están fritos, empanados o rebozados, por lo que se enriquecen en grasa, que calentada resulta aún más indigesta.
Abundantes
aditivos
En general, estos productos contienen más sal que los que se preparan en casa, en parte porque el sodio se utiliza como conservante. Además, para conseguir el aspecto deseado en cuanto a color, olor, sabor y textura llevan añadidos conservantes, colorantes, antiapelmazantes, estabilizantes, etc. Estos platos suelen incluir condimentos fuertes o aditivos que potencian el sabor y que estimulan el apetito y, con el tiempo, alteran la percepción del sentido del gusto y crean hábito
En general, estos productos contienen más sal que los que se preparan en casa, en parte porque el sodio se utiliza como conservante. Además, para conseguir el aspecto deseado en cuanto a color, olor, sabor y textura llevan añadidos conservantes, colorantes, antiapelmazantes, estabilizantes, etc. Estos platos suelen incluir condimentos fuertes o aditivos que potencian el sabor y que estimulan el apetito y, con el tiempo, alteran la percepción del sentido del gusto y crean hábito
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