martes, 20 de noviembre de 2012

Alimentos con acción Anti-Inflamatoria

Los siguientes consejos le ayudaran a prevenir o tratar problemas inflamatorios.
 
Como toda la medicina nutricional, los resultados no serán inmediatos y debe perseverar para obtenerlos.
La dieta anti inflamatoria o los alimentos que nos pueden ayudar a curar, pero sobre todo a prevenir un proceso inflamatorio, debemos considerar varios aspectos, pero antes de analizar estos debemos recordar que la inflamación un proceso natural de desintoxicación y protección del organismo y que es conveniente permitirle que haga su efecto no contrarrestándola inicialmente. Solamente se justifica el tratamiento de la misma cuando el proceso inflamatorio se convierte en crónico o cuando es tan intenso que afecta el organismo.

Principales Tips
1- Reducir el exceso de peso y hacer ejercicio.
2- Disminuir la ingesta de carne a un máximo de tres veces a la semana y bajar el consumo de alimentos ricos en acido araquidónico (carne, lácteos y los huevos).
Recomendando las carnes blancas. Entre los pescados, el salmón y el atún.
3- Aumentar la relación entre Ácidos Grasos Omega 3 y Omega 6 consumiendo mas de los primeros, sobre todo de fuentes vegetales como algas sobre todo marrones y rojas, las semillas de lino y el aceite de lino y de cartamo, la palta. También es conveniente consumir los pescados azules como el salmón, el atún, la caballa, las sardinas o los boquerones pero debemos recordar que, además del omega 3 nos aportan un alto contenido de grasa. Asimismo reducir la ingesta de Omega 6 como los frutos secos, la soja o soya, semillas de girasol o sésamo y principalmente de Omega 9 como
4- Disminuir las frutas acidas y aumentar el consumo de otras como papaya, melón, mango, banana, manzana, pera, anonas, palta o aguacate, damasco o albaricoque, duraznos o melocotones, fresas y otros con un menor poder de limpieza.
5- Aumentar la cantidad de verduras de hoja verde como espinacas, acelgas, coles de Bruselas, repollo, berros, endibias, lechuga, perejil, culantro, etc. Estas verduras deberán consumirse levemente cocinadas o hervidas al vapor. Se recomiendan en una dieta anti-inflamatoria por su efecto calmante y desintoxicante.
6- Aumentar o suplementar la ingesta vitamina C y E. Por ejemplo, pimiento rojo o chile dulce, guisantes o petit pois, coles de Bruselas, brócoli, repollo lechuga, papa o camote. La vitamina E la encontramos en los cereales o el pan integrales, el aceite de germen de trigo y el aceite de oliva, aparte de las carnes o vísceras que no se recomiendan en grades cantidades.
7- Aumentar la ingesta zinc como los mariscos, el salmón o el germen de trigo.
8- Tomar suficiente agua, al menos 25ml por kilogramo por día en un adulto. (QUE SEA DE BUENA CALIDAD)
¿Qué es la inflamación?
Es una respuesta del cuerpo al insulto o sea a la presencia de cuerpos extraños como bacterias, protozoarios, partículas o virus que penetran al cuerpo perforando la primera barrera de protección formada por la piel o las membranas mucosas y también se presenta cuando se acumulan en los tejidos sustancias derivadas del mismo metabolismo como es el caso de la gota que es una inflamación relacionada con la acumulación de acido úrico o por las llamadas REACCIONES AUTO-INMUNES en que el cuerpo, por razones que todavía no comprendemos bien, reacciona en contra de los propios tejidos como es el caso de la artritis reumatoide, el lupus eritematoso y otras enfermedades. También se produce inflamación cuando hay sufrimiento o daño a los tejidos como el caso de un infarto de miocardio o cerebral.

Es tratada por los médicos como un síndrome ya que sus efectos son muy desagradables y muchas veces hasta dañinos, y se utilizan muchos medicamentos llamados ANTI-INFLAMATORIOS de los cuales hay dos tipos generales los esteroides o sustancias derivadas de las glándulas suprarrenales que pertenecen a la familia de la cortisona y sus derivados y los llamados AINES o sea ANALGÉSICOS ANTINFLAMATORIOS NO ESTEROIDEOS entre los que hay varias clases. También se utilizan para este tratamiento las sustancias locales como los rubefacientes, el hielo o vendajes fríos, la inmovilización y medios físicos como ciertas radiaciones. Sin embargo, cualquier médico que ha tratado a un paciente con inflamación o dolor crónicos sabe que con el tiempo todos los medicamentos dejan de funcionar y que hay que ir cambiando de uno a otro hasta terminar en el uso de analgésicos potentes como la morfina.

Dieta Anti-inflamatoria
La dieto-terapia de la inflamación no persigue eliminarla completamente sino minimizar sus consecuencias dañinas Además de los cereales que, conforman la mayor parte de los vegetales que consumimos, tenemos las frutas y verduras muchas de las cuales se confunden ya que algunas frutas como la berenjena, calabaza, chayote, palta, tomate, el zapallo y otras son consideradas como verduras. Las verduras se clasifican en cuatro grupos: las fibrosas como el brócoli, la zanahoria, el apio, perejil, espinaca y otros; los farináceos como la papa, el camote o batata, la malanga, la yuca y otros similares y las aceitosas como la palta o aguacate, las nueces o semillas en general y las legumbres como los frijoles, lentejas, arvejas, garbanzos, etc..

El primer principio nutricional para reducir o eliminar la inflamación se refiere al consumo de una dieta saludable en asocio con un programa general de ejercicio moderado y sanas costumbres como son el alejarse de las drogas y tóxicos como el cigarrillo, el licor y otros y el evitar los excesos de todo tipo. También el consumo de alimentos con una buena cantidad de fibra vegetal soluble para evitar el estreñimiento porque se ha demostrado que éste es una de las principales causas de la producción de toxinas intestinales que al absorberse promueven las respuestas inflamatorias. Además de esto la proliferación desordenada de bacterias en el colon favorece que éstas pasen al torrente circulatorio (traslocación bacteriana) produciendo daños en los tejidos y procesos inflamatorios. 

En conjunto se recomienda en una dieta anti inflamatoria, el consumo de al menos cinco porciones de frutas y verduras por día y eso, en unión a los cereales, debe conformar al menos el 75% de la ingesta calórica diaria.
En relación con el proceso inflamatorio las vitaminas mas necesarias son la vitamina C y E, la vitamina B3 y B6 y, entre los minerales el zinc, el magnesio y el potasio. Estos nutrientes tomados son deficitarios en muchas dietas, sobre todo en las que se basan principalmente en la carne o alimentos cocinados, por lo que puede ser útil suplementarlos. Su consumo fortalece el sistema inmunológico y la resistencia de la piel y las mucosas que son los encargados de evitar las infecciones y de ayudar a manejar los procesos inflamatorios, favoreciendo la producción de prostaglandinas anti-inflamatorias.

Al proveer al organismo de proteínas, vitaminas, minerales y ácidos grasos, entre los cuales hay algunos llamados esenciales, o sea que el cuerpo no los puede producir a partir de otros, el metabolismo de nuestro organismo producirá las sustancias que necesita para reducir o evitar la inflamación, limitándola a la extensión necesaria para que sea benéfica de acuerdo con sus propias necesidades internas.

Los cereales son ricos en gluten y no solamente el trigo sino también en la avena, cebada y centeno, siendo el maíz el cereal que menos tiene. El gluten es una glucoproteína engastica amorfa que se encuentra combinada con el almidón y representa un 80% de las proteínas del trigo. Esta compuesta de gliadina y glutenina y es el responsable de la elasticidad de la masa de harina, proceso conocido como “panificación”. Esto permite junto con la fermentación de la levadura que el pan obtenga volumen y una consistencia elástica y esponjosa al ser horneado.

Además de los cereales que, como dijimos conforman la mayor parte de los vegetales que consumimos, tenemos las frutas y verduras muchas de las cuales se confunden ya que algunas frutas como la berenjena, el ayote o calabaza, el chayote, el aguacate, el tomate, el zapallo y otras son consideradas como verduras. Las verduras se clasifican en tres grupos: las fibrosas como el brócoli, la zanahoria, el apio, perejil, espinaca y otros; los farináceos como la papa, el camote o batata, la malanga, la yuca y otros similares y las aceitosas como el aguacate, las nueces o semillas en general.

Al proveer al organismo de proteínas, vitaminas, minerales y ácidos grasos, entre los cuales hay algunos llamados esenciales, o sea que el cuerpo no los puede producir a partir de otros, el metabolismo de nuestro organismo producirá las sustancias que necesita para reducir o evitar la inflamación, limitándola a la extensión necesaria para que sea benéfica de acuerdo con sus propias necesidades internas

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