lunes, 25 de abril de 2011

HIDRATACIÓN Y REGENERACIÓN DESPUÉS DEL SOL

El término hidratación identifica un proceso por el que la piel y los anexos cutáneos incrementan los niveles del agua. Para alcanzar este objetivo, se necesita tratar la piel con ingredientes activos capaces de mantener e incrementar estos niveles hídricos.
La hidratación es un patrimonio esencial de la piel que hay que conservar, cuidar y enriquecer continuamente para que ésta se mantenga joven, suave y flexible por más tiempo. Es, sin lugar a dudas, el artífice de la vitalidad y belleza cutáneas.  La hidratación es un factor esencial en el mantenimiento de la juventud y vitalidad de la piel en cualquier época y edad. Por ello, se debe conocer en profundidad el funcionamiento de los mecanismos de hidratación de la piel para comprender cómo y por qué se deshidrata y la necesidad de aportarle dosis extras de hidratación.
El agua es, en cierto modo, la llave de la vitalidad y la belleza de la piel. Por ello, cuando la cantidad de agua es insuficiente la capa córnea pierde elasticidad y experimenta una sensación de tirantez, fenómeno al que se alude, generalmente, con el térmico “piel seca”. En cambio, una piel correctamente hidratada es suave, flexible y ofrece un aspecto joven y resplandeciente.
Una piel saludable es aquella que mantiene unos niveles de concentración hídrica idóneos. La presencia de agua en la dermis y epidermis favorece el conjunto de las reacciones mitóticas de regeneración de las células cutáneas, que contribuye a su vez en la renovación de nuestra piel. Una óptima concentración hídrica es determinante también para la flexibilidad de la piel y, como consecuencia, para la prevención de la aparición de las arrugas de expresión que se produce con la edad y para la cicatrización de pequeñas heridas.
La dermis, que está compuesta fundamentalmente por ácido hialurónico y polisacáridos, funciona como una reserva de agua, reteniendo como una esponja el agua que le aportan los vasos sanguíneos y transmitiéndola a la epidermis junto con las sustancias nutrientes que pueda necesitar. Una vez en la epidermis, el agua sube hasta la superficie hacia la keratina, donde es retenida por el NMF (Factor Natural de Hidratación), situado en la capa córnea y constituidos principalmente por aminoácidos libres (40%), ácidos pirrolidonos carboxílicos (13%) y lactato (12%).
Por consiguiente, es imprescindible recurrir al empleo de fórmulas hidratantes para completar los requerimientos de agua que la piel precisa en todo momento y a la atracción de la sangre desde la dermis hacia la epidermis para contribuir a la reproducción de los cerámidos y estimular la fijación del agua en las capas más externas de la piel. Los cosméticos desarrollan su acción hidratante actuando de diversas formas sobre la tasa de impregnación de agua de las capas más externas de la epidermis:
Como se ha podido deducir, la hidratación es uno de los procesos más complicados que afectan a la fisiología de la piel. A esto se suma que además está sumamente interrelacionada con otros factores o procesos que también afectan a la piel. Así, por ejemplo, cuando el ritmo de renovación celular se ve alterado por cualquier circunstancia, esto afecta a la función de barrera que realiza la epidermis y, por extensión, a su nivel de hidratación. En consecuencia, las pieles maduras, que se renuevan más lentamente, precisan productos que aporten hidratación a la vez que estimulan la regeneración celular.
Por su parte las pieles más jóvenes suelen reaccionar ante el estrés aumentando su ritmo de renovación celular, lo cual repercute también a su nivel de hidratación y hace necesario el empleo de hidratantes específicas. 

ALIMENTOS QUE MANTIENEN LA PIEL HIDRATADA
Los especialistas en nutrición dan sus consejos para un cutis sano.
Mantener la piel saludable no solo es preocupación exclusiva de las mujeres; una piel sana constituye un reflejo de bienestar y es un buen indicador del estado de animo de la persona. Para los hombres la solución no siempre va de la mano de las cremas o ungüentos( debido a que en nuestras sociedades los varones aun se muestran renuentes a su uso), sino más bien de la elección de una alimentación saludable que de por sí va a tener tanto o mejor efecto para mantener la piel en excelentes condiciones. Para lograrlo se debe llevar un régimen moderado de alimentación, que sea rico en vitaminas y minerales que ayuden a restaurar la piel.

LA IMPORTANCIA DE UNA BUENA ALIMENTACIÓN:
Lo importante es mantener la piel hidratada, siempre humectada y libre de toda impureza, debemos por lo tanto consumir un mínimo de 2 litros diarios de agua, de preferencia mineral o potable. No hay que olvidar que las gaseosas no están consideradas como sustitutos del agua natural por la cantidad de azúcares  que contienen.
El  consumo constante de frutas y verduras en nuestra dieta diaria aporta un importante volumen de vitaminas y minerales que ayudan a conservar la elasticidad y la hidratación vital para la piel saludable., así tenemos entre las más importantes:
La vitamina E: presente en vegetales de hojas verdes tales como la espinaca y la acelga, como también en el pescado, los huevos, frutos secos y los productos lácteos.
La vitamina C por su función cicatrizante, y presente en los frutos cítricos: naranja, limón, mandarina.
La vitamina A por sus efectos coagulantes , la falta de ella genera enfermedades en la dermis. La encontramos en la zanahoria y en vegetales o frutos de  color rojo, como el repollo morado o la veteraba.

Los polifenoles, sustancia antioxidante que ayuda a mantener una piel sana, la encontramos en la uva y los vinos elaborados a base de ese fruto.

El licopeno, antioxidante importante para la piel, presente en los tomates y la cebolla.

La ingestión de minerales como el hierro, el cobre o el zinc, así como del calcio, protegen a la piel de enfermedades tales como la acrodermatitis o la pelagra, patologías asociadas a una deficiente alimentación.
Cuando se lleva una alimentación rica en estos alimentos cerca de dos semanas después veremos resultados efectivos en nuestra piel.
 
LO QUE SE DEBE EVITAR:
Aunque aun no se ha comprobado, el consumo de grasas y azúcares en exceso en la dieta diaria de las personas producen un efecto negativo directo sobre la piel, por ello se recomienda evitar en la medida de lo posible la ingestión de mantequilla, mayonesa, chocolate, debido a los altos niveles de grasas que llegan a la piel. El azúcar presente en las golosinas debe ser disminuida, así como la sal, debido a que el exceso de esta última nos produce retención de líquido, importante para mantener la piel hidratada.
 
Muchas personas no miden , al preparar los alimentos, la cantidad de condimentos con que los cocinan, el exceso de ellos inciden en el proceso natural e inflamatorio de la piel.
 
HÁBITOS SANOS: VIDA SANA
Mantener una piel saludable es posible con buenos hábitos de alimentación y con actividades que nos ayuden a desintoxicarnos y a mantener la elasticidad propia de una piel de excelente calidad.
Es importante cambiar costumbres que van contra los hábitos saludables y que repercuten no solo en la piel sino en todo el organismo tales como:
 
1.- Exceso de alcohol
2.- Fumar
3.- Dormir poco
4.- La falta de una rutina de ejercicios.


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