Energía Natural en los Alimentos Parte I

Todos necesitamos energía para vivir y nuestra mayor fuente son los alimentos que consumimos diariamente.
 

Cuando se habla de la energía de los alimentos, pensamos en la energía necesaria para realizar una actividad física. Sin embargo, la energía que nos proporcionan los alimentos se utiliza tanto para pensar, como para dormir, masticar, digerir los alimentos o para que el corazón pueda latir.

Hay un error de concepto al pensar que la energía que tenemos que ingerir por día cuando realizamos una actividad física es la que vamos a gastar durante el ejercicio, ya que nuestro cuerpo necesita la suma de:

• Calorías para el metabolismo basal
• Calorías necesarias para el crecimiento y desarrollo (jóvenes)
• Calorías necesarias para el metabolismo de los alimentos
• Calorías necesarias para el mantenimiento de la actividad física
• Calorías necesarias para el mantenimiento del estado emocional

La actividad física contempla tanto el ejercicio de la práctica deportiva como el conjunto de actividades físicas necesarias para el desarrollo de la propia actividad profesional, es decir, no tiene los mismos requisitos energéticos una persona que trabaja en una oficina (mayormente sentada) que una persona que trabaja en la construcción o realizando actividades manuales.

Unidad de medida energetica

La unidad de medida energética es la caloría (cal). Una caloría es la cantidad de calor necesaria para aumentar en 1 grado centígrado 1 gramo (1 mililitro) de agua desde 15,5ºC a 16,5ºC a presión atmosférica constante.

Sabiendo que una persona requiere diariamente un promedio de 2000 kilocalorías, deducimos que consume 8.369,8 Kilojoules lo que es decir 8,3 MegaJoules. Energía equivalente a la requerida para mantener encendida una bombilla de 100 Watts durante 23 horas y 15 minutos.

Cuando hablamos de nutrición, la caloría no tiene mucho sentido debido a la cantidad tan ínfima de energía que supone. Por ello, el sistema que se emplea es la kilocaloría.
En definitiva, el cuerpo humano, como todo los organismos vivientes, se alimenta (ingiere combustible) para efectuar un trabajo durante un período de tiempo (trabajar durante un día) y la energía que transforma diariamente se mide en kilocalorías (las que mucha gente para evitar el uso permanente del subfijo kilo llama directamente calorías). 

Necesidades de energia

Las necesidades de energía del organismo dependen de varios factores:

• Edad: Recordemos que para que haya crecimiento se necesita energía.
• Sexo: El hombre consume más y, por lo tanto, requiere una mayor ingesta energética que la mujer.
• Temperatura externa.
• Actividad física.
• Estado emocional: Altos niveles de estrés o ansiedad aumentan el consumo calórico.

Como aumentar naturalmente tu energía

1. Comer proteína en cada comida: Una de las maneras más importantes de guardar tu azúcar de sangre balanceó y el colmo de los niveles de energía es incluir la proteína en cada comida, desayuno y bocados incluidos. Las mejores fuentes de la proteína incluyen pescados, la carne orgánica, el pollo, los huevos, el yogur, y el polvo de la proteína del suero.

2. Limitar el azúcar y la cafeína: Puede sonar extraño pero el azúcar y la cafeína dan energía inmediata y algunas horas más adelante, y al largo plazo, te harán sentirte más cansado. El azúcar, el jarabe de maíz de la fructosa, y la cafeína debilitan las glándulas suprarrenales, que alternadamente son responsables de tus niveles de energía. Así pues, consumiendo el azúcar y la cafeína, estás debilitando el sistema de energía natural de tu cuerpo. Intentar tomar una taza de té verde en lugar de café, y si debes azucarar tu alimento o bebida, intenta usar sucralosa, stevia o xylitol.

3. Tomar suplementos alimenticios. Comer una dieta “perfecta” no nos da bastantes alimentos dominantes, tales como Carnitina, CoQ10, magnesio, B-complejo, y Omega 3s, para los niveles de energía óptimos. Tomar suplementos puede ayudar, pero es importante saber las cantidades adecuadas para tu sistema y así cubrir cualquier deficiencia.

4. Comprobar si hay intolerancias o alergias alimentarías. La mayoría de la gente con alergias y sensibilidades alimentarías no es inconsciente que las padece porque los síntomas son tan sutiles como perder peso, tener poca energía, etc. Algunas de las sensibilidades más comunes del alimento son al trigo (gluten) y a la leche (caseína). Si hay un alimento que amas y que comes a diario, intenta eliminarlo por dos semanas y ver si tu energía aumenta.

5. Comprobar para saber si hay crecimiento excesivo de la levadura en los intestinos. El gas, hincharse, y los antojos de carbohidratos o de azúcar son causados a menudo por el crecimiento excesivo de la levadura que causa niveles de poca energía. Un nutricionista puede ayudarte a determinarse si éste puede ser el caso, o puedes tomar examen de Candida. La limitación de los carbohidratos refinados y llevar un control del Candida pueden remediar este problema y renovar tu energía.

6. Cerciorarte de que no tengas ninguna condición médica que pueda causarte fatiga. Éstos incluyen la función baja de la tiroides, el hierro bajo, el hierro alto (Hemocromatosis), y una gama de otras dolencias que se puedan determinar por los análisis de sangre.

7. Dormir bien.

8. No ejercitar demasiado o demasiado poco. Cualquier extremo puede causar niveles de poca energía. Si estas tensionado, no escoger un ejercicio agotador tal como pesas o aeróbicos. En lugar, intentar Pilates, el Chi de Tai, el yoga, natación, o caminar. El ejercicio debe dejarte restaurado. Debes incluir ejercicio en tu rutina diaria, por lo menos, tres veces a la semana.

9. Mantener la estabilidad emocional. El es importante evitar el insomnio, que tensiona el cuerpo. Nuestra salud emocional es importante para evitar la tensión y preocuparse de que no conduzca a una reducida calidad de sueño, y afecte nuestra energía cada día.

10. No trabajar demasiado. Si trabajas largas horas y tienes un trabajo agotador, intenta programar pasatiempos en los fines de semana.