viernes, 10 de diciembre de 2010

El Café y La Cafeína

Ya sea que despierte en la mañana con el aroma de un café recién molido, que acompañe su almuerzo con una refrescante gaseosa o que se relaje en la noche bebiendo una taza de té, cada uno de estos placeres diarios a menudo tienen un ingrediente en común: la cafeína.
 
Durante miles de años la gente ha disfrutado de alimentos y bebidas que contienen cafeína. La cafeína es uno de los ingredientes alimenticios más estudiados. Pese a ello, persisten las controversias y las equivocaciones acerca de este componente.
 
 Antecedentes Históricos Un día, en el año 2737 A.C., el emperador chino Shen Nung se encontraba hirviendo agua cerca de un arbusto, cuando una de sus hojas cayó dentro del recipiente, creando así una bebida de maravilloso aroma y la primera taza de té.
El café se originó en el África aproximadamente en 575 D.C. Los granos se utilizaban como moneda y se consumían como alimento. 


Ya en el siglo XI, los árabes preparaban bebidas a base de café.
Y en 1519, los conquistadores del Nuevo Mundo fueron invitados, por el Emperador azteca Moctezuma a probar una bebida a base de chocolate.
Las primeras gaseosas con cafeína se crearon alrededor de 1880.


La Cafeína y la Salud
Durante las dos décadas pasadas, se han realizado muchos estudios sobre la influencia que tiene el consumo de cafeína en la salud.

La Administración de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos (FDA) incluyó en 1958 a la cafeína en la categoría GRAS, o sea, alimentos generalmente reconocidos como seguros. Un estudio más reciente “no halló evidencia que demostrara que el uso de la cafeína en las bebidas carbonatadas pudiera transformar tales productos en perjudiciales para la salud.”

La AMA (Asociación Médica de los Estados Unidos) tiene una posición similar respecto a la seguridad de la cafeína, y expresó que quienes beban té o café con moderación no tienen por qué preocuparse por el consumo de cafeína, mientras sus otros hábitos de vida (dieta, consumo de alcohol) también sean moderados.

La mayoría de los expertos está de acuerdo en afirmar que la moderación y el sentido común son las claves para consumir alimentos y bebidas que contengan cafeína. Se considera que un consumo moderado de cafeína es de aproximadamente 300 mg, lo que equivale a 3 tazas de café, pero esto dependerá de cada uno y puede distribuirse entre varias bebidas. Los consumidores con ciertos problemas de salud quizás deban consultar a sus médicos antes de consumir cafeína.

“Quienes beban te o café con moderación no tienen por qué preocuparse por el consumo de cafeína, mientras sus otros hábitos de vida (dieta, consumo de alcohol) también sean moderados.”
The American Medical Association


Sensibilidad
La sensibilidad de cada persona ante a los efectos de la cafeína no es siempre igual: algunas personas pueden beber varias tazas de café, té o gaseosas en el lapso de una hora y no sentir ningún efecto, mientras que otras pueden presentar efectos estimulantes después de una sola taza. La cafeína no se acumula en el torrente sanguíneo o en el cuerpo, y por lo general, se excreta a las pocas horas de haber sido ingerida.

Es posible que la cafeína aumente la atención en personas cansadas, y mejore el rendimiento de ciertas tareas. Muchas personas sienten que las bebidas con cafeína pueden ayudarlas a permanecer despiertos para estudiar o trabajar. La sensibilidad individual y la frecuencia del consumo determinan el efecto que tiene la cafeína en el sueño.

Las investigaciones de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) indican que no hay diferencias en la tolerancia a la cafeína entre niños y adultos. Los estudios han demostrado que los alimentos y bebidas que contienen cafeína no tienen efecto sobre la hiperactividad ni tampoco, sobre el periodo de tiempo en que los niños ponen atención.

Los padres deben aplicar el sentido común para decidir qué cantidad de alimentos o bebidas con cafeína le dan a sus hijos, tal como sucede con cualquier otro alimento.

Embarazo
La FDA ha establecido que la cafeína no afecta de manera adversa la reproducción humana, a pesar de que la agencia continúa aconsejando a las embarazadas consumir cafeína con moderación.

En tres estudios importantes que incluyeron a más de 15.000 mujeres no se hallaron defectos de nacimiento asociados con el consumo de cafeína, ni siquiera entre las mujeres que tomaban mucho café. De igual manera, otros estudios sobre humanos continúan respaldando la conclusión de que el consumo moderado de cafeína no predispone a las madres embarazadas a abortos espontáneos o partos prematuros, ni tampoco a dar a luz a bebés con bajo peso.

Algunos estudios parecen indicar que niveles altos en el consumo de cafeína podrían retardar la concepción, aunque tales hallazgos no son concluyentes y, a menudo son inconsistentes cuando se toman en cuenta otras variables en los estilos de vida. Las investigaciones del Centers for Disease Control and Prevention (Centro para el control y la prevención de las enfermedades), de la Facultad de Medicina de Harvard y de la Universidad de California en Berkeley, establecen que el consumo moderado de cafeína no reduce las posibilidades de las mujeres de quedar embarazadas.

¿Qué Productos contienen cafeína y en que Cantidad?
Miligramos de cafeína

Artículo Típico Rango*

Café (taza de 8 onzas)

Filtrado 85 65-120

Instantáneo 75 60-85

Descafeinado (taza de 1 onza)
3 2-4

Espresso 40 30-50

Tés (taza de 8 onzas)
Infusión, principales marcas estadounidenses
40 20-90

Infusión, marcas importadas
60 25-110

Instantáneo
28 24-31

Helado (vaso de 8 onzas)
25 9-50

Algunas bebidas gaseosas (8 onzas)
24 20-40

Bebida a base de cocoa (8 onzas)
6 3-32

Bebida a base de leche chocolatada (8 onzas)
5 2-7

Leche chocolatada (1 onza)
6 1-15

Chocolate semidulce (1 onza)
20 5-35

Chocolate de repostería (1 onza)
26 26

Jarabe con sabor a chocolate (1 onza)
4 4

*En función del método de cocción, variedad de la planta, marca, etc.
CÁNCER

En 1986, la revista del National Cancer Institute publicó un estudio realizado en 16.600 individuos cuyas conclusiones establecían que no existía relación alguna entre el consumo de café y el riesgo de contraer cáncer. Recientemente, la International Agency for Research on Cancer también llegó a la conclusión de que los datos no relacionan el consumo de cafeína con el cáncer en los seres humanos.

De acuerdo con la American Cancer Society, "La información disponible no requiere emitir una recomendación en contra del uso moderado del café. No existe indicación alguna de que la cafeína, que es un componente natural del café y del té, represente un factor de riesgo de contraer cáncer."

Adicción y Dependencia
La palabra 'adicción' es un término antiguo que significa simplemente ser devoto o estar habituado a una práctica. Las personas que dicen ser 'adictas' a la cafeína emplean el término sin otras connotaciones, lo mismo que si dijeran que son 'adictos' al chocolate, a correr, a trabajar o a ver televisión.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, 'No existe ningún tipo de evidencia que indique que el uso de la cafeína sea ni remotamente comparable a las consecuencias físicas y sociales que se asocian con la adicción a las drogas peligrosas.' Algunos individuos extremadamente sensibles pueden experimentar efectos leves, aunque temporales, como por ejemplo, dolores de cabeza, ansiedad e irritabilidad cuando alteran su consumo diario de manera rápida y sustancial. Los expertos médicos coinciden en afirmar que cualquier trastorno causado por la suspensión repentina del consumo de la cafeína puede evitarse disminuyendo progresivamente su consumo a lo largo de varios días.

 Cáncer de Mama
Los resultados de una investigación mundial que analizó 100.000 casos de mujeres que fallecieron de cáncer de mama, no evidenciaron relación alguna entre el consumo de cafeína y el desarrollo de esta enfermedad. La misma investigación también demostró que el consumo de cafeína no está relacionado con el desarrollo de la enfermedad fibroquística de la mama (FBD), en la cual aparecen quistes fibrosos benignos en la mama, aunque en algunos casos, se piensa que la cafeína agrava la condición. Tanto el Consejo de Asuntos Científicos de la American Medical Association y el National Cancer Institute publicaron informes en los que afirman que no existe relación entre el consumo de cafeína y la incidencia de FBD.

Osteoporosis
Las investigaciones han demostrado que el consumo de cafeína no representa un factor de riesgo significativo en la osteoporosis, especialmente en aquellas mujeres que consumen dosis apropiadas de calcio. En 1994, un panel asesor de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) llegó a la conclusión de que el consumo de cafeína no afecta la absorción/excreción de calcio de manera significativa. Muchos de los estudios que se han desarrollado hasta la fecha no establecen ningún vínculo entre el consumo moderado de la cafeína con la densidad ósea y el contenido de minerales en las mujeres que incorporan calcio en sus dietas.

Reseña sobre la Cafeína
La cafeína es una sustancia natural que se halla en las hojas y semillas o frutos de más de 60 plantas. 

Los granos de café y de cocoa, las nueces de cola y las hojas de té, se utilizan para elaborar bebidas tales como el café, el té, bebidas cola y chocolate.
La cafeína se usa como saborizante en una variedad de bebidas.
La cafeína no ayuda a 'desaparecer' los efectos del excesivo consumo de bebidas alcohólicas. 

ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES
Un informe del National Research Council sobre la Dieta y la Salud, indica que “la evidencia que vincula el consumo de café con el riesgo de desarrollar la enfermedad de las arterias coronarias… es débil e inconsistente.”

En 1989, un informe publicado por el prestigioso Framingham Heart Study examinó todas las relaciones potenciales entre el consumo de cafeína y las enfermedades cardiovasculares, y no detectó efectos dañinos en el consumo de café. Un estudio posterior de la Universidad de Harvard confirmó este informe, y llegó a la conclusión de que el consumo de cafeína no 'aumenta significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades coronarias o apoplejía."

La cafeína no causa hipertensión crónica ni tampoco un aumento persistente en la presión sanguínea. Aquellas personas que son más sensibles a los efectos de la cafeína pueden experimentar un aumento breve en la presión sanguínea, que no dura más de unas horas. Los estudios demuestran que cualquier aumento en la presión sanguínea es moderado y mucho menor que el que se experimenta cuando se suben escaleras.
Sin embargo, es aconsejable que las personas hipertensas consulten a sus médicos sobre este tema.

 
 
 

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