martes, 7 de julio de 2015

Bebidas energéticas ¿Aliadas o Enemigas?

Con todos los cambios en nuestro estilo de vida, las actividades diarias y el estrés al que continuamente se somete la sociedad, nos quejamos constantemente de "falta de energía" y cansancio, por tanto desearíamos tener una cantidad extra de energía que nos ayude a afrontar el día o determinados esfuerzos físicos con más vitalidad, al tener más energía se incrementa nuestra capacidad para trabajar, una característica muy deseable para todos, especialmente para los individuos activos. Por ello, se hace atractivo el concepto de "Bebida Energética" (hidratación y energía juntas en un mismo envase).
Se conoce por Bebidas Energéticas todas aquellas bebidas libres de alcohol, generalmente gasificadas compuestas básicamente por agua, azúcares, cafeína y otros ingredientes como aminoácidos, vitaminas, minerales y extractos vegetales. Se les puede clasificar como alimento funcional, ya que han sido diseñadas para proporcionar un beneficio específico, brindar al consumidor una bebida que ofrezca vitalidad cuando por propia decisión o necesidad, debe actuar ante esfuerzos extras físicos o mentales.
Sin embargo, a pesar de los beneficios aparentes que ofrecen a simplevista, consumir este tipo de bebidas sin ningún control y sin conocer que es lo que estamos administrando a nuestro cuerpo puede resultar perjudicial para nuestra salud, no todas las bebidas energéticas son válidas para todas las personas, ni para todas las circunstancias, por tal razón es importante conocerlas.

Comencemos conociendo su composición:
Carbohidratos:
La mayoría de las bebidas vendidas como energéticas contienen altas concentraciones de carbohidratos (azúcares que proporcionan energía al organismo). Consumir alta concentraciones de estos azúcares puede disminuir la absorción de los líquidos desde el intestino hacia la sangre y en consecuencia puede impedir la rehidratación durante el ejercicio. Por lo tanto, las bebidas energéticas no son apropiadas para el consumo inmediatamente antes del ejercicio o durante algún tipo de ejercicio que pueda comprometer la pérdida de fluidos del cuerpo por el sudor o por problemas digestivos.

Cafeína
La cafeína es un estimulante del sistema nervioso central y a pesar de que su efecto es temporal, esta puede hacer que la persona que la consuma se sienta mas "energizado". Desafortunadamente, unas dosis altas de cafeína hacen que se sientan ligeros dolores de cabeza y si se consume después que se ha comenzado el ejercicio, la cafeína puede generar malestar gastrointestinal, aspectos que pueden deteriorar, en lugar de mejorar el rendimiento. Además, las dosis de cafeína contenidas en las bebidas energéticas no siempre aparecen en la etiqueta y podrían ser suficientemente altas.

Hierbas
Muchas bebidas energéticas contienen formas herbales de cafeína que incluyen a los extractos de semillas de guaraná, nueces de cola y hojas de hierba mate. Algunas personas que no quieren ingerir formas sintéticas de cafeína aparentemente son persuadidas de que los estimulantes herbales son mucho más saludables. Sin embargo, es prácticamente imposible conocer la cantidad exacta de cafeína u otros compuestos de las plantas que son contenidos en las bebidas energéticas, debido a la gran variedad en las fuentes y formas de procesamiento.
Además, para asegurarse de que los consumidores tengan al menos una respuesta psicológica a las bebidas energéticas que contienen formas herbales de cafeína, los fabricantes con frecuencia añaden cantidades conocidas de cafeína sintética.

Proteínas y aminoácidos
Algunos ingredientes de las bebidas incluyen aminoácidos que forman parte de la estructura de las proteínas como la glutamina, arginina y taurina con la finalidad de reducir la probabilidad de sobre-entrenamiento en atletas de resistencia. Sin embargo, no se ha comprobado el efecto positivo en el rendimiento del ejercicio.

Triglicéridos de cadena media
Las grasas toman mayor tiempo para vaciarse del intestino que los carbohidratos o las proteínas, por esta razón, no son una fuente inmediata de energía para el cuerpo antes y durante el ejercicio. Los triglicéridos de cadena media (TCM) son metabolizados más rápido y han sido añadidos a algunas bebidas energéticas con la finalidad de retardar la fatiga, permitiendo que el cuerpo use los triglicéridos como fuente de energía.

Vitaminas y minerales
En los atletas que consumen una dieta razonablemente normal es muy poco probable que tengan una deficiencia de vitaminas. Por lo tanto, su rendimiento durante el ejercicio no se incrementará si emplean suplementos de vitaminas. Sí un atleta quiere estar seguro de su ingesta de vitaminas, un suplemento de polivitaminas será una alternativa mucho menos costosa y más efectiva que una bebida enriquecida.

Para muchos deportistas que tienen que lidiar con sus entrenamientos, carreras, colegio y vidas personales, el tiempo no es suficiente para alimentarse e hidratarse adecuadamente. Por lo tanto, consumir una bebida energética puede ser percibido como una forma rápida de obtener energía extra para pasar el día, compensar cualquier "supuesta" deficiencia en vitaminas, minerales o incrementar el rendimiento. Desafortunadamente, la mayoría de las bebidas energéticas no pueden cubrir unas expectativas tan altas, ya que usualmente no están
eficientemente formuladas para hacer funcionar mejor al organismo, incrementar la fuerza, la velocidad, la resistencia y otros requerimientos del rendimiento deportivo, cuando se consumen inmediatamente antes o durante el ejercicio.

Estar óptimamente "energizado" requiere un nivel aceptable de actividad física, sueño adecuado, alimentación balanceada e hidratación y una bebida energética por si sola nunca sustituirá a todos estos elementos.

Por esta razón se recomienda:
  • Es necesario leer las etiquetas. Sí no existe una tabla de
    información nutricional en el producto o si no tiene registro sanitario,
    no deberían comprarlo.

  • Los atletas que usan medicamentos deben evitar cualquier producto que contenga hierbas.
  • Las bebidas energéticas no son sustitutos adecuados para el tiempo, el entrenamiento, el descanso y la alimentación requerida para los deportes. Educar a los atletas sobre estos productos es crítico para su salud, seguridad y rendimiento en los deportes.
  • Estas bebidas nunca hay que tomarlas como si fueran refrescos, por que no lo son. Además, tienen que tener en cuenta, que aportan muchas calorías y que si no se realizan actividades que ameriten un gran esfuerzo físico, pueden acumularse en tu cuerpo en forma de grasa.
  • Además, algunos cardiólogos advierten de que los refrescos energéticos, al contener concentraciones de cafeína mucho más elevadas de lo habitual, pueden provocar insomnio, nerviosismo, ansiedad y están contraindicados para embarazadas. En personas sensibles al citado estimulante se pueden dar alteraciones en el ritmo cardiaco y en la tensión arterial.
    SABER MÁS
    Uso desvirtuado
    Este tipo de bebida compuesta de cafeína, taurina y guaraná se hizo común hace 20 años, al ser utilizada por los deportistas de alto rendimiento para mejorar su estado físico. Con el transcurrir del tiempo, su uso ha ido variando, a tal grado que en la actualidad la bebidas energéticas son consumidas en las fiestas y reuniones al ser mezcladas con alcohol, con el propósito de retardar el cansancio.

    Cambios en el ritmo cardíaco: Las altas dosis de cafeína contenidas en la bebida, provocan una sobredosis que puede derivarse en taquicardias en las que el corazón aumenta su ritmo cardiaco, lo que en algunos casos podría hasta causar algún colapso.

    Aumento de adrenalina: Cuando se consumen este tipo de bebidas la persona puede presentar cuadros de ansiedad y desesperación que podrían tardar hasta tres horas en
    desaparecer.

    Deshidratación: Contrario a lo que algunos piensan, estas bebidas no son rehidratantes, quien las toma y además las combina con alcohol, podría presentar un cuadro severo de deshidratación que en casos muy extremos podría llevar hasta la muerte.

    Gastritis: La persona podría sufrir ardor en el estómago, además de experimentar molestias al ingerir otros alimentos.

    Desmayos (reflejo vaso-vagal): La bebida energética aumenta la adrenalina, por lo que la respuesta natural del cuerpo es tratar de disminuir la frecuencia cardiaca, llega poca irrigación al cerebro, por lo tanto, al hacer un “choque” entre adrenalina y el intento por normalizarse, se provoca la pérdida de conciencia.

    Alteración de los nervios: Las bebidas energéticas afectan principalmente al sistema nervioso central, puesto que al ser el encargado de enviar impulsos y a músculos, cualquier afectación que se dé, puede repercutir en todo el cuerpo.

    Afecciones a los vasos sanguíneos: Las bebidas energéticas en exceso, provocan vasoconstricción, una irregularidad en los vasos sanguíneos que induce a que se contraigan. Para las personas hipertensas representa un peligro, además, contienen Ginseng, lo que causa problemas en la presión arterial,  generando una crisis que podría derivarse en embolias, derrames e infartos, entre otras complicaciones.

    Daño a los riñones: Cuando hay una vasoconstricción severa, órganos como los riñones, ven disminuida la cantidad de sangre que llega hasta ellos, lo que a largo plazo provoca que haya un daño renal intenso, en el que nutrientes y electrolitos son desechados por el organismo, lo que provoca una desestabilización de la presión arterial.

    Inhibición de neutrotransmisores: La ingesta de la cafeína en grandes cantidades, así como también de taurina, provoca algunas afectaciones en el cerebro, lo que podría impedir la correcta comunicación entre las neuronas.

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