Los especialistas nos aconsejan constantemente que comamos menos azúcar y, especialmente, que evitemos los productos que contienen aditivos altamente refinados, desde refrescos a salsas para pasta. Pero estos datos no detienen nuestras ansias de consumirla.
La mayoría de los expertos afirman que un poco de vez en cuando está bien, pero la dieta promedio rebosa con productos que contienen azúcar.
¿Cómo podemos controlar la cantidad que ingerimos y de qué manera podemos manejar los intensos antojos de “una enorme porción de torta de chocolate” cuando aparecen?
Estas son nuestras sugerencias más importantes:
1. Conozca lo que provoca el deseo
Por lo general, el estado de ánimo es el que provoca los deseos de comer dulces. El estrés y el aburrimiento son dos vínculos comunes. “Está preocupado, así que busca consuelo en los dulces, es decir, productos ‘que le hagan sentir bien’ como el chocolate”, explica George Rapitis, asesor de nutrición de una escuela secundaria en Michigan. El primer paso para controlar la situación es conocer aquello que provoca sus deseos.
2. Estabilice el nivel de azúcar en la sangre
La glucosa, el azúcar principal que genera la digestión, es una fuente esencial de energía para el cuerpo y el cerebro. Sin un suministro constante, uno se siente sin fuerzas. Cuando los niveles de azúcar disminuyen bruscamente, a menudo las personas se desesperan por reponerlos mediante el azúcar de acción rápida que se encuentra en la comida chatarra. Es necesario desayunar y consumir refrigerios a base de proteínas y fibras saludables a lo largo del día para evitar este riesgo.
3. Aumente el consumo de carbohidratos más complejos
De igual modo, la teoría establece que, si se mejora la dieta en general, se calmarán las ansias de ingerir azúcar. Reemplace los carbohidratos azucarados por otros que se descompongan con más lentitud; por ejemplo, los carbohidratos complejos de granos integrales y verduras. Se sentirá saciado durante más tiempo. El índice de glucemia, que clasifica a los diferentes carbohidratos según la rapidez con la que se transforman en glucosa y se liberan en el torrente sanguíneo, es una guía para alimentarse que se usa cada vez más.
4. Reemplace el azúcar por fructosa
Las frutas contienen fructosa, que es un tipo de azúcar natural y es varias veces más dulce que la sacarosa (el tipo de azúcar refinado). También contiene menos calorías. La próxima vez que tenga antojo de comer dulces, pruebe algunas frutas secas, pasas, fresas o duraznos.
5. Abastezca la cocina con inteligencia
Para limitar en serio la ingestión de azúcar, es necesario hacer las compras a conciencia, afirma Christopher Mohr, especialista en nutrición matriculado de Pittsburgh, Penn. "Si no lo tiene a mano, no puede comerlo", razona Mohr. “¡No compre dulces!” O una solución más moderada: divida las tortas y galletas en porciones adecuadas y guárdelas fuera de la vista. En su lugar, tenga a mano diferentes frutas, frutos secos y otros alimentos más saludables.
6. Haga ejercicio físico
Sabe que el ejercicio físico es un componente esencial para tener buena salud. ¿Sabía que también es un antídoto muy importante contra los antojos? Esto se debe a que cuando uno hace ejercicio físico, el cuerpo descompone glucógeno y libera moléculas de glucosa en el torrente sanguíneo, lo que de hecho produce un estímulo de azúcar. La actividad física también alivia el estrés (uno de los disparadores que se mencionó anteriormente) y produce serotonina, que mejora el estado de ánimo, afirma Rapitis.
7. Pruebe productos sin azúcar
Los edulcorantes artificiales que se encuentran en caramelos, chocolates, chicles y otros alimentos sin azúcar satisfacen las papilas gustativas de muchas personas sin agregar calorías.
8. Controle el tiempo
Esta idea pertenece a la instructora para bajar de peso Julie Beyer, de Michigan. “Una forma de evaluar si realmente necesita comer algo dulce es retrasar el momento de la decisión de comer”, explica Beyer. “Piense de nuevo si realmente necesita esa galleta después de 15 minutos, y a menudo se dará cuenta de que no la necesita”. En otras palabras, debe darse cuenta de que no es necesario actuar impulsivamente para lograr una gratificación instantánea; usted tiene la decisión.
9. Busque distracciones
Si la distracción funciona con los niños, también puede funcionar con usted. Cuando se enfrente con el deseo de ingerir azúcar, trate de leer un libro, llame a un amigo o vuelque esas energías en un pasatiempo.
10. Controle las porciones
Está bien, es una ocasión especial y ha tomado la decisión madura de permitirse comer un postre que tiene azúcar de caña, blanca y refinada y todo lo que eso significa. Obviamente, no es necesario que acabe con el envase de helado o la bandeja completa de torta para poder disfrutar del acontecimiento. Pero adelante, sírvase una porción normal y disfrute cada bocado sin culpas.
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