Las prisas o la pereza a la hora de cocinar, suelen ser los motivos más frecuentes para recurrir a los bocadillos a la hora de comer.
Se trata, sin duda, de una fórmula de alimentación menospreciada; pero un bocadillo puede resultar un manjar elaborado y equilibrado. ¿Otra ventaja? La multitud de variedades que ofrece.
Cuando se recurre a los bocadillos para sustituir una comida, con frecuencia, se tiene la sensación de no haber comido adecuadamente. Nutricionalmente, no todos los bocadillos cumplen unos mínimos, pero el que se trate de una elaboración sencilla y rápida, no exime a los populares bocatas de una suficiente riqueza nutricional e incluso culinaria y gastronómica.
No siempre se tiene la posibilidad de comer en mesa y mantel, y un bocata con ingredientes adecuados, no tiene por que resultar una sobredosis de calorías, ni un alimento pesado que haga de la digestión un calvario.
Como dice el refrán, no sólo de pan vive el hombre. Un bocadillo puede llegar a sustituir a una comida si se acompaña de una ensalada y se complementa con un postre consistente en fruta o lácteos. Esta afirmación está refrendada por el 73% de los expertos que participaron en un estudio realizado por el Gabinete de Estudios Sociológicos BK en colaboración con la Sociedad Española de Nutrición Básica y Aplicada (SENBA).
Curiosamente, la población de a pie tienen menos fe en este tipo de comidas. Tan sólo el 57% de los españoles encuestados consideraron esta alimentación equilibrada. Aún así, el 48% estima que puede ser un buen sustitutivo para una comida convencional. De hecho, casi la mitad de la población española, recurre a los bocadillos, cuando se quiere hacer una digestión rápida, no pesada y no flatulenta.
La imagen de pan grasiento, envuelto en papel de periódico, ha pasado para muchos a la historia. Hoy en día, se puede disfrutar de un suculento bocata, sin poner en peligro la figura. Es sólo cuestión de adaptar los ingredientes a las necesidades de cada uno.
Con atún, pechuga de pavo, lechuga, tomate y vegetales en general, se puede disfrutar, sin miedo a engordar más de la cuenta. En la mayoría de las ocasiones, lo que engorda, es lo que va entre el pan, por lo que si lo que preocupa es la línea, se evitarán los embutidos, los patés y charcutería en general, así como la mantequilla, margarina y mayonesa.
Otro aspecto a controlar para que el bocadillo no le pese demasiado es la cantidad de pan ingerida, que no debería superar los cien gramos. En contra de las creencias populares, es preferible elegir pan blanco, que en esta cantidad supone unas 250 calorías, o integral. Evite los de molde e industriales, que suelen contener grasas.
Entre los bocadillos más famosos, se encuentra el de la merienda de los más pequeños, y como lo más importante es el contenido, se puede aprovechar esta comida para que renueven las energías que consumen durante el día, acompañado preferiblemente por un zumo.
En España, el consumo de pan ha descendido de manera notable, siendo una importante fuente de hidratos de carbono. Otra preocupación para con los pequeños, es no caer en el error de confundir los bocadillos con el fast food, o comida rápida.
Las posibilidades que ofrecen los bocadillos son casi interminables. Desde los más clásicos o los más estrambóticos, pasando por verdaderas creaciones de la cocina internacional. Fríos, calientes, vegetales o sándwichs, con un poco de imaginación, son uno de los placeres cotidianos.
Un bocadillo, ofrece infinidad de posibilidades, no sólo en cuanto a su contenido, sino también a sus continentes, más aun dependiendo de si se va a comer frío o caliente. El pan de obrador, la chapata italiana o las baguettes francesas, ofrecen excelentes resultados.
Para Bocadillos Frios.
Cabe destacar las combinaciones que ofrecen cualquiera de los vegetales que puedan ser añadidas a la ensalada, lechuga, tomate, pepinillo o cebolla entre otros. El huevo o la patata cocida, harán del vegetal una buena compañía.
Embutidos o fiambres, siempre que la dieta lo permita, pueden ser el complemento perfecto. Otra posibilidad, son los pescados en conserva, atún, anchoas o sardinas.
Añadir salsas, como la mayonesa, mostaza o untar un poco de mantequilla, puede dar cuerpo a la combinación que más agrade a cada uno.
Los Bocadillos Caliente.
Cuentan con un comodín que ofrece otra multitud de posibilidades, el queso. La variedad que más aprecie cada paladar, al ser fundida junto con otros ingredientes, hace del bocado algo sabroso y ligero al paladar.
A parte de clásicos como el bacon, las hamburguesas o los perritos calientes, otros productos, como los patés o la sobrasada, tanto fríos como calientes, se muestran como exquisitos condimentos. Aun se abre más el abanico de las posibilidades si se recurre a las tortillas.
Pero que el bocadillo sea caliente no excluye a los vegetales. Los ajos tiernos o los champiñones, así como el pescado, en el caso de los calamares son excelentes opciones. Siempre al gusto del consumidor.
Si lo que se pretende, es rebajar el aporte calórico del pan, y debido sobre todo a su inmerecida fama, se puede incluso prescindir de él a la hora del bocadillo, sólo hace falta un poco de imaginación. Se pueden utilizar las hojas de la lechuga, o el queso en lonchas, como soporte para albergar otros condimentos. Un par de anchoas, pueden darle sabor.
Dulces o salados, grandes o pequeños, cada uno, puede elaborarse un bocadillo o emparedado, adaptándolo a sus gustos y necesidades. Capacidad de creación y una buena combinación de los ingredientes, puede hacer que un bocadillo sea elevado a la categoría de alta cocina.
A un bocadillo, se le puede otorgar el grado de alimentos sanos que se desee, pero todo lo sano que puede tener uno, lo puede tener el otro de grasas saturadas y de nocivo. Es por ello conveniente, no meter a todos en el mismo saco. No es lo mismo un bocadillo casero, donde se elige y se conocen las propiedades de cada uno de los ingredientes, que los consumidos en muchos establecimientos.
Como todo, no es malo mientras que no se abuse, la por otros llamada comida basura, puede ser un recurso o capricho ocasional, pero su consumo prolongado puede notarse tanto en la salud, como en el peso.
Combinada con una dieta equilibrada, margarina Primavera® te puede brindar varios beneficios para tu salud, ya que esta libre de ácidos grasos trans, los cuales son un tipo de grasas que se forman cuando los aceites vegetales se procesan para obtener grasas más solidad y estables. El consumo elevado de grasas trans se asocia con enfermedades cardiovasculares. Por eso Primavera® consiente a tu familia ofreciéndote margarinas libres de ácidos grasos trans.
ResponderEliminarLos esperamos en el sitio de Facebook de Momentos Primavera® en http://www.facebook.com/MomentosPrimavera, para que vean más tips y concursen en nuestra dinámica para ganarse un viaje en globo aerostático.